Fuentes castrenses aseguraron que “la situación es preventiva y que en la ciudad fue activado un operativo para resguardar la seguridad de los habitantes ”, en tal sentido, desde el día jueves se ha dejado correr una cantidad de rumores que en nada benefician al pueblo y de manera especial la tranquilidad de los habitantes adyacentes al internado judicial que cuenta con 605 internos los cuales deben ser trasladados a la ciudad penitenciaria de Coro ubicada al oeste de la población en el sector San Agustin.
El clamor de los corianos al gobierno regional y nacional obedece a una necesidad colectiva debido a los comercios ubicados a escasos 10 metros, casas de familia a distancias que oscilan entre los diéz y quince metros al igual que un pre-escolar que funciona a la misma distancia quienes viven permanemente preocupados ante cualquier eventualidad o motines internos.
La situación se tornó más tensa ayer, en horas de la noche, cuando, según familiares de los internos, les fue suspendido el servicio de electricidad a los reos e intensificado el cordón de seguridad en las adyacencias del penal, sin embargo, se espera la colaboración de los lideres negativos para que no se antepongan al operativo de traslados de esa vieja edificación que fue construida durante el siglo pasado para albergar en la época un máximo de 250 personas.
Las autoridades piden a los familiares mantener la calma y evitar los rumores, a objeto que se les pueda facilitar las medidas de diálogo permanente con los reclusos para que la situación pueda llegar a un felíz término.
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