El
papa Francisco se reunió por quinta vez este domingo con la presidenta argentina
Cristina Kirchner, con la que conversó por casi dos horas en el Vaticano.
Al término del encuentro, particularmente largo, la presidenta entregó a
su compatriota numerosos regalos, entre ellos un cuadro de obispo
salvadoreño
Oscar Romero (1917-1980), el defensor de los pobres, recientemente beatificado y una canasta con productos típicos argentinos.
En otras ocasiones los dos líderes han compartido almuerzo y conversado en forma muy amigable en la Casa Santa Marta, donde habita el papa. La
mandataria argentina fue la primera personalidad en ser recibida por el
papa tras su elección y la primera con la que conmemoró su primer
aniversario como líder de la Iglesia.
Desde que el exarzobispo de Buenos Aires llegó al trono de Pedro mantiene buenas relaciones con su coterránea Cristina Kirchner
No se descarta que el papa y la presidenta se vuelvan a encontrar el mes
entrante cuando el pontífice celebre su segundo viaje a la región para
visitar
Ecuador, Bolivia y Paraguay y la presidenta decida trasladarse para saludarlo.
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Opinadores políticos observan las imágenes que a decir de muchos son el dolor de cabeza del Obispo Roberto Lukert, quien viajó días antes supuestamente a pedirle al papa para que intervenga en los asuntos políticos de venezuela de acuerdo a las exigencias que viene formulando la MUD, a través de las guarimbas, manifestaciones violentas, huelgas de hambre y la guerra económica que golpea a toda la población por el afan capitalista de sacar del poder al presidente legítimo Nicolás Maduro quien fué electo mayoritariamente por el pueblo de venezuela en elecciones abiertas y que la oligarquía no lo ha dejado gobernar con tranquilidad ni un solo día en lo que va del mandato para el cual fue electo por el pueblo.
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