Notifal / Las lágrimas y las sonrisas no dejaron de fluir entre los hijos terrenales de la Virgen, quienes asimismo procedieron a acompañarla junto a los servidores de María, sus custodios, en su primera salida de su aposento, donde a diario es visitada por cientos de niños, jóvenes, adultos y adultos mayores para elevarle una oración.
Pasión Indiana fue la gaita, reina del folclor zuliano, que recibió a la Chinita al asomarse al pórtico azul bordeado de rosetones hechos en flores con motivos indígenas wayúu.
Los fuegos artificiales, una lluvia de oraciones y un ¡Viva la China¡, se confundieron con la estrofa de la melodía gaitera: No se lo que voy a hacer/Cuando pase por la esquina / Y te diga bella China /Cuanto te voy a querer.
Más de 60.000 feligreses se congregaron en la Plazoleta de la Basílica, en el barrio El Saladillo, donde se unieron en oraciones, unos para agradecer a la Virgen por algún favor concedido, otros para solicitarle les ayude a salir de sus angustias, enfermedades y tristezas y otros más para llenarse de gozo espiritual.
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