Por: Martín Gómez
Después de tanto nadar sobre un proyecto político que lideró el estadista de todos los tiempos Hugo Chávez Frías en Venezuela y que comenzó a tomar fuerza en varios países del mundo, en la actualidad se viene abajo como el efecto dominó.
El plan Chavista entró en efervescencia debido al desgaste administrativo que ya pesaba en los cuarenta años de gobierno Adeco-Copeyano donde la corrupción comenzaba a doblegar la institucionalidad y los líderes políticos a perder credibilidad entre la población.
La dirigencia del momento hizo lo humanamente posible para frenar ese huracán cargado de pueblo, en otras palabras el fenómeno Chávez, que gana la Presidencia de la República atacando a lo largo de su campaña y ya como Presidente, varios problemas como: La corrupción, La Justicia, Seguridad, Servicios Públicos, Empresas del Estado partiendo desde PDVSA y un sin fin de cosas, sin embargo el equipo de gobierno que delegó para asumir esas funciones no venía de marte ni de el planeta catorce, eran personas de carne y hueso que venían nada más y nada menos que de AD y Copei con el agravante que los adecos y copeyanos jamás los hubieran colocado a dirigir ni siquiera una Asociación de Vecinos, señalado por ellos mismos. sic.
Con una planificación muy pobre ya que por encima iba la palabra e ideas de Chávez, y se fueron atendiendo algunas cosas que se debían cumplir con el afán de hacer de Venezuela un país socialista, empero con Directores y Dirigentes irremediablemente derechistas, conjugando así una mezcla con mucha similitud al agua con el aceite, que por consiguiente no logró la combinación que Chávez había mentalizado, siempre buscando el bienestar de la población en general.
El proyecto sigue en desarrollo con muchas improvisaciones, solo con el peso de la palabra, del líder, estadista y conocedor de la historia de su país como tal vez no habrá otro por muchos años en Venezuela, un hombre que hasta el último día de su existencia creyó en construir un socialismo en su país. Luego asume el actual Presidente Constitucional Nicolás Maduro, por votación popular, con una oposición conformada por algunos vestigios de lo que quedaba de la cuarta y que los Venezolanos nunca han dejado de rechazar ó lo que es peor aún también los hijos de aquellos dirigentes que le hicieron mucho daño a ésta Patria y le siguen haciendo como el señor Guaidó.
A todas estas, como se puede apreciar el pueblo está muy desasistido por los cuatro costados con mucha desesperanza entre los servidores públicos, ya que no existe una sincronización entre los gobiernos locales ni regionales con el ejecutivo nacional a pesar de haber sido electos por el mismo partido de gobierno, continúan con las improvisaciones y cada quien por su lado con una misma retórica que ya logró el cansancio del pueblo, es decir una "revolución" en picada y sin rumbo.
Veinte años son más que suficientes para garantizar que los Venezolanos ya no digieren el socialismo que el gobierno ha venido ofreciendo a los largo de esos años, ya que en estas circunstancias es imposible, para ello hubo tiempo suficiente que los protagonistas desestimaron y ahora es tarde.
La gente dejó de comer retórica y lo peor estamos frente a un dilema ya que si revisamos la historia donde el Padre de la Patria Simón Bolívar escribió en su última proclama tan solo a siete días antes de su muerte lo siguiente: "Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro".
Los padres y madres en plena pandemia atienden el día a día haciendo malabarismo para llevar un bocado de comida a sus hijos, las profesiones se fueron abajo, un profesional con 500 Mil bolívares le alcanza solo para comprar un kilo de harina pan, un pensionado con 400 Mil bolívares no le sirven para comprar ni una sardina enlatada, los pobres tienen años sin comer carne y ahora menos porque un kilogramo de ese producto está por el orden de los 2 Millones de bolívares. Las bolsas CLAP del gobierno llegan entre tres y cuatro meses en algunos casos con arroz de mala calidad, harina rica arepa, azúcar, harina de trigo buena calidad y pasta, nada de proteínas, el gas domestico en la misma medida, el servicio cantv aquí en Coro son seis años sin servicio, Corpoelec todo los días se va la luz.
El gobierno no rectificó, se volvió una cúpula los cargos son para un mismo circulo, rotación de ministros y para las elecciones ofrecen las mismas caras, entre tanto perdimos las instituciones, las empresas no están produciendo, dos días en cola para 30 litros de gasolina, la tercera edad, pensionados y jubilados no tienen prioridad para nada, ni siquiera para el servicio de IPASME donde las cortesía adquirió más derecho que el afiliado que paga el servicio. Será que el Presidente Nicolás Maduro, no conoce, ni algún funcionario le dice que el pueblo está pasando hambre, que un trabajador no gana ni para comprar un solo kilo de queso al mes ?. El gobierno dice vender, exportar carne de la buena y pescado del bueno, pero el Estado Falcón es el segundo estado pesquero de Venezuela y no se han dignado en llevarle un kilo de pescado a la gente que pasa necesidad aunque sea un "kilito" de sardinas en las bolsas Claps.